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¿Has escuchado de los servicios financieros? Son aquel tipo de servicios que te ofrece, por ejemplo, una entidad bancaria; aunque hay varios tipos de servicios financieros, uno especialmente nos llama la atención en la temprana edad: los créditos. Son básicamente préstamos o fuentes de financiación. Normalmente se utilizan para el consumo, para la adquisición de viviendas o de vehículos, o para financiar estudios.
De hecho, los créditos o préstamos son servicios cumplen una función social importante y son realmente útiles cuando se saben aprovechar. Sin embargo, la juventud muchas veces se caracteriza por su inexperiencia y alguien joven puede llegar a solicitar créditos sin saber muy bien cómo corresponder a las obligaciones financieras que se adquiere.
Además, no son pocas las entidades bancarias que promocionan sus servicios financieros omitiendo cierta información relevante, como el valor de las cuotas mensuales, la tasa de interés o el plazo. De modo que quien solicita un crédito se ve tentado por el dinero que conseguirá, sin darle la importancia necesaria a la información que es crucial para mantener el bienestar financiero deseado en la juventud.
No es raro que los jóvenes adquieran deudas que finalmente se hacen impagables por distintas razones. La solución aparente es la refinanciación de tales deudas, pero si no se cuenta con una planificación consciente se persiste en el error y sólo se consigue llegar a una situación financiera todavía más desventajosa. Esto inevitablemente repercutirá en su calidad de vida.
Si estás por solicitar un crédito y no quieres cometer este error, recuerda siempre preguntar todos los detalles respecto al crédito que piensas adquirir. Es importante que también consideres tu situación financiera actual y al corto y mediano plazo. Así, sabiendo cuáles son tus ingresos, cuáles son tus gastos y qué significa la obligación financiera que adquieres, puedes tomar una decisión acertada. No olvides que buen un historial crediticio te ofrecerá grandes beneficios en el futuro.
Camilo Camargo González.
Profesional en Filosofía y Letras.
Universidad de Caldas.
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