Subestimar el ahorro.

Es realmente peligroso vivir sin contar con un colchón financiero que te proteja ante las eventualidades del futuro. Ahorrar significa protegerse económicamente y tener mayores posibilidades de éxito en las inversiones futuras. No se trata solamente de sacrificar el consumo actual para garantizar un consumo futuro; es, más bien, el punto de partida para el bienestar en todas las etapas futuras de nuestra vida.

Establecer un plan de ahorro es el primer paso. Puede llegar a ser difícil si tus ingresos son exiguos, pero con tiempo, disciplina y algo de austeridad lograrás reservar y asegurar parte de tu dinero.

Existen muchas fórmulas para ahorrar; las más común es la regla del 50/30/20: el 50% destinado a satisfacer necesidades inmediatas, el 30% para el mejoramiento de tu calidad de vida actual, y el 20% restante a ahorrar. Claro que no siempre lograrás cumplirla, pero debes insistir hasta crear un hábito.

Para aumentar el éxito del plan de ahorro que te traces, puedes probar con formas de ahorro a corto, mediano y largo plazo. Defínelas según tus objetivos. Un ahorro a corto plazo (para comprar los tenis que quieres, por ejemplo), te demostrará que vale la pena ahorrar a largo plazo y te mantendrá motivado.

Camilo Camargo González.
Profesional en Filosofía y Letras.
Universidad de Caldas.